Cuadernos

martes, 22 de marzo de 2011

Este lado del mundo, otro mundo.Cuantos mundos caben en el mundo? un mundo!

Este lado del mundo, otro mundo.¿Cuántos mundos caben en el mundo? ¡un mundo!.

Hay mundos complejos, mundos sencillos, mundos abiertos y más cerrados. Mundos que conducen a submundos y mundos que no permiten ir más allá de la superficie. La vida es un mundo, y cada relación es un mundo y cada sociedad, cada persona, cada espacio, cada círculo...Estamos rodeados de mundos o micromundos que conviven de manera paralela a otros. Son mundos imaginarios, más reales, más conscientes o más ingenuos, pero mundos al fin y al cabo.

La complejidad de entender este amalgama de mundos es realmente una tarea bien difcil, quizás no haya nadie dispuesto a entender la variedad de mundos existentes. Esta tarea requiere de tiempo, espacio y esfuerzo, y aún así, ¿quién nos garantiza que los entendamos según fueron creados por sus "habitantes"?.

Cada mundo se rige por sus normas, códigos, valores...que no todos conocemos a no ser que pertenezcamos a él o nos hayan invitado a entrar o lo observemos detalladamente, cual investigador. Y aún, con mirada escrupulosa, analítica y empírica, nadie sabe a ciencia cierta, qué se esconde detrás de la piel de sus moradores.

Esto lo he descubierto hoy, intentando escribir algo de provecho en un mundo o submundo dentro del mundo, no sé si cerrado o abierto, profundo o superficial...pero que de bien seguro no era mi mundo. Extranjera en un mundo que hago propio pero que a veces me expulsa hacia afuera, con cierto rechazo..¿o el rechazo lo estoy generando yo? A veces no entiendo el mundo, y ahora hablo, de ese que se muestra como único y nos alberga a todos.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El Dios de las pequeñas cosas...

Uno está acostumbrado a tener unas mínimas comodidades si vive en una sociedad de un país más o menos acomodado y dispone de un monto mínimo cada mes que le permita tener cubiertas una serie de necesidades mínimas; agua caliente, electrodomésticos, televisión, ordenador, conexión a internet...etc.No, no hablo de disponer más allá de eso. Pero ¿qué pasa cuando por un tiempo, por las circunstancias que sean, se nos despojan de todo ello?. Cuando el agua que sale de tu grifo es fría, cuando no tienes una nevera donde guardar tus alimentos ni ningún tipo de electrodoméstico, únicamente una cocina con dos fuegos, te tienes que lavar la ropa a mano...etc.

Está claro que hablamos des del punto de vista puramente material. Quizás a alguien le puede parecer totalmente superficial hablar de esto, pero para mi, que no me considero una persona excesivamente consumista, a sido algo de lo que recién estoy acostumbrándome. Pero por otro lado, resulta también un aprendizaje o desaprendizaje, según como se mire. 

Aprender a vivir de otra manera, con menos cosas, con sólo lo básico ,inevitablemente te ayuda a valorar aquello que tienes por poco que sea, hasta convertirse en un tesoro. Está claro que quien tiene de todo no es capaz de apreciar nada de lo que tiene, pero, al contrario, cuando tienes poco, aprecias de sobremanera lo poco que conservas o posees. Es lo que me ha pasado a mí estos días, cuando he pasado de un estado de comodidad absoluta, más que en mi propia casa, a un espacio más austero, donde he valorado desde el plato del que como, hasta del agua que sale cada día de la cañería defectuosa y desviada.

viernes, 4 de marzo de 2011

Cuando los libros te encuentran a tí.

A veces los libros te encuentran a tí. El otro día hablaba de un libro que leí hace más de quince años...se lo quería recomendar a una adolescente de quince años...a mí me impactó terriblemente a esa edad. El libro se llama Pregúntale a Alícia , un libro, en forma de diario íntimo, de una joven adolescente, una joven burguesa que acaba viviendo en la calle y abocada al mundo de las drogas y la prostitución. Hoy caminaba por las calles de la Paz, paseaba por uno de los muchos mercados que hay, este de libros...cuando mi mirada se ha dirigido, por puro azar a uno de ellos...leía...Pregúntale a Alícia...La verdad me quedo maravillada cuando las cosas pasan sin más, sin ser esperadas...Obviamente lo he comprado y se lo regalaré.


jueves, 3 de marzo de 2011

Cuando uno necesita tener raíces...o no.



A veces me pregunto que quizás hay dos tipos de personas, las que necesitan echar raíces en un lugar fijo, estable, duradero en el tiempo, donde tener su familia, sus amigos, un hogar...y otros capaces de plantarse y transplantarse sin anclarse...raíces aéreas, invisibles o inexistentes...llegando a ser felices siendo seres errantes o seminómadas...que van allá, donde les lleva el viento...como las gramíneas de algún modo.... Yo ando en la sorpresa y el desconcierto, de momento, entre la ambivalencia de lo leve, que no sabe si en el fondo anhela la pesadez de la que reniega.