De la importancia de dejarse afectar por el dolor.
Y a qué duele el
duelo?
El duelo duele a
punzada aguda,
a vacío, a agujero
negro,
a habitación
desocupada.
El duelo duele a
noche oscura, a trueno y tormenta,
a corazón sombrío
de grito hacia adentro,
a gotas repicando en
la ventana.
El duelo duele a
silencio de eco sin palabra,
a largo suspiro
suspendido en la lágrima, a murmullo
en la piel
erizada....a pecho insuflado de anhelos del alma.
El duelo duele a
ojos cerrados de escarcha en las pestañas,
a torrente desbocado
y mar en la
garganta.
El duelo duele a
ligera serenidad bajo la cama,
a autoengaño
soslayado en ese paso estrecho
por donde deambulan
los fantasmas.
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