Cara de la guerra (S. Dalí) |
A horas bajas un mar de suave marea con aire de melancolía,
entre mi espacio y mi anhelo una fractura insondable.
Tu ser errante se sale de los márgenes,
doble Yo: uno calcado y otro desdibujado.
Un juego en el que siempre acabas perdiendo la pista que te volvió a colocar en la senda...
Lineas y lineas trilladas, solapadas.Ya no sabes si estás de ida o de vuelta o si te moviste en alguna dirección. Quizás nunca hubo un paso adelante o demasiados hacia atrás.
En un baile donde no alcanzas a ver los rostros, cada cual se hace nebulosa y avanza con la mirada perdida. Ya nadie se encuentra en las esquinas. Bloques de hormigón por donde no circula ni el aire y la nada cobra significado a marchas forzadas. ¿Qué si no queda con sentido?
Ya no queda más que desprenderse de mi yo calcado para encontrarnos cara a cara y reconocernos al otro lado del espejo, donde no hace falta tomarse muy en serio a uno mísmo, porque somos miles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario