Cuadernos

jueves, 16 de diciembre de 2010

Reflexiones IV

"Nostalgia"de Ramiz Barquet


Educaré mis ojos para que lo que vean no se convierta en estático. Educaré mis oídos, para que lo que oigan no se convierta en dogma. Educaré mi boca para que lo que diga no sea presa de la verdad absoluta. Y ¿cómo lo haré? deseducando mis sentidos, volviéndolos indomables: liberándolos de vendas, tapones y sellos.


Nos movemos entre principios y finales, algo acaba para dar lugar a algo que empieza. Dos cabezales unidos por un mismo origen. Ambos giran insuflándose vida o alentando muerte.


Estira la cuerda de aquello que parece inamovible y verás que lo más sólido que encuentras, es el aire que circula entre los poros de la consistencia.


Hay un lugar donde lo extraño nos es familiar y lo familiar se vuelve desconocido. Situarnos des de este "otro lado", nos hace ver que lo extraño no nos es ajeno y lo conocido no nos es tan propio.


Y es mirando con ojos nuevos que uno se aleja de lo conocido para ser aprendiz del desapego.


Y llegaran esos dias, donde se solapan los soles y las noches, en que todo sonará a despedida y ya no quedará nada más, que los recuerdos abrazados que se resisten a caer en el olvido.


Nos crecemos en el aprendizaje, hasta que nuestro fanstasma se cambia de disfraz.



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