Cuadernos

lunes, 24 de marzo de 2014

La certeza que existe un vacio fértil









Me vestí alas para imaginarlo todo desde una altura prudente y ver desde lo nuevo.
Me até plomos a los pies para poder ver lo andado y reconocer la senda marcada, para no volver.

Me desprendí del término persona para poder reconocerme en mi ser yo misma.
Me despojé de mis vestimentas ensayadas para poder ser de nuevo, aún con el miedo a ser desnuda.

Me  ofrecí a la vida sin saber...sin ser, sin vestir, sin ver....
estrechando la mano a lo incierto, a lo oscuro, a la caída y al vacio.

Porque sólo desde ese vacio fértil uno puede salir de esa nada immobilizadora que lo engulle.




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