El Cuaderno de Èlia, es un intento de recoger instantes fugaces que pueblan los laberintos de un mundo particular que tiene la necesidad de expandirse más allá del Pensamiento íntimo y personal. Las ideas necesitan alzar el vuelo y sembrar los huecos estériles que todavía restan vírgenes. Son pensamientos errantes, desordenados, incluso inconscientes, que pugnan por salir; gritos de autodeterminación, de reubicación, de huída.hacia adelante, con sus consecuentes retrocesos...Un camino hacia el autoconocimiento y el reconocimiento de ese mundo que a menudo se nos presenta incomprensible...Una búsqueda de mi Yo en el mundo, en relación conmigo y en un contexto de relación con los acontecimientos y el Otro. Un viaje simbólico y literal hacia lo desconocido y lo reconocido, que busca ser comprendido o transformado más allá de lo que alcanzan a ver nuestros ojos. De ahí la metafora del ojo, como observador del mundo interior y exterior, un ojo que siempre resta escondido tras cualquier escena, observando lo que acontece: Un ojo que se asombra, que mira, que se inquieta, que critica, que se maravilla, que escrutina, que busca dobles lecturas, un ojo que a veces se vuelve miope o que incluso se cierra para dirigir la mirada hacia adentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario