Cuadernos

viernes, 25 de febrero de 2011

Transplantando clones de uno mísmo.

Es curioso cómo cada persona vive en su realidad como si fuera única y exclusiva. Cuesta pensar y posicionarse desde la apertura y el relativismo de los acontecimientos. Un ejemplo tonto, pero a su vez significativo. Ayer me preguntaron que dijera una de las cosas que más me había llamado la atención de La Paz cuando llegué. Sin lugar a dudas, la contaminación respondí. Vivo en una gran urbe, donde los niveles de contaminación son muy elevados, yo casi no me doy cuenta, pero alguien que está acostumbrado a un aire puro y limpio entiendo que la pueda sentir y le pueda molestar...Para mí, La Paz, es una de las ciudades más contaminadas que he visitado, junto con Delhi y Bangalore creo, donde verdaderamente el aire se vuelve irrespirable.

El handicap también es la altura y sus calles, realmente empinadas (algunas estan en el 30% de inclinación). Hay que hacer un esfuerzo para subir las calles sin llegar a sacar los pulmones por la boca. Si a eso le sumamos una cola de minibuses, taxis, coches, que forman un rio automobilístico de humo negro como el tizón, que es expulsado en grandes bocanadas, el resultado es explosivo. Incluso a veces me he preguntado si seria capaz de vivir en una ciudad de esas características, ya que los niveles de humo me han parecido escandalosos. Cuando les comenté, me miraron algo perplejos, como haciendo una valoración comparativa de lo que les estaba diciendo. A ellos justamente les pasaba lo mismo que a mí con Barcelona, no eran conscientes de ello y me hablaban de ciudades como D.F o Buenos Aires, donde la contaminación forma una nube negra suspendida sobre las cabezas...


Con este ejemplo, sólo quiero referirme al imaginario que cada uno se crea alrededor de las cosas que ve y que le pasan, haciendo a menudo de esa visión, algo único y exclusivo, como si todo el mundo procesara la misma información y lo hiciera a su vez, bajo los mísmos parámetros.

Quizás eso sea del todo obvio, ya se que no descubro ninguna panacea, pero insisto, para mi, es algo que me sorprende de sobremanera. Este "descubrimiento" me abre a su vez, otras puertas, nuevas reflexiones alrededor por ejemplo de la autestima.

Yo me tengo por una persona bastante mediocre en mi contenido, no soy especialista de nada en concreto, pero a su vez tampoco soy aprendiz de muchas cosas que digamos. No domino ninguna técnica en concreto, aunque haya probado algunas, pero no lo suficiente para aventurarme a decir que soy especialista de nada ni mucho menos. (Me da terrible pavor la pregunta...¿En que eres especialista?, nunca se que decir, porque la verdad es que no lo soy de nada, ni me siento con el suficiente valor de decidirme por algo que pueda llegar a ser un poco creíble).

Pero descubro, con el tiempo, que las cosas que se, no siempre las sabe todo el mundo, y que tengo cosas que aportar. Siempre tiendo a pensar que lo que sé, es obvio para todo el mundo, que ya conocen, que ya han hecho, que ya han oído...y cual es mi sorpresa cuando veo que no necesariamente. Aplico mi mundo, mi experiencia, mi imaginario a su mundo, lo transporto, se lo transplanto...como si en gran parte, ellos fueran yo, fueran mis clones. Obvio, que no puedo mostrar nada nuevo a un clon. Pero "ellos" no son "yo". Cada uno se forma a partir de sus experiencias que son diferents a cada uno. Siempre hay algo que enseñar, siempre, y algo de lo que aprender, siempre.

Por eso es importante el compartir las ideas y exponerlas al otro. Haciendo eso han caído muchos fanstasmas...el primero, el que nos persigue.



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